Si su hijo tiene linfoma no Hodgkin
A su hijo le diagnosticaron linfoma no Hodgkin (LNH). Probablemente, esta noticia lo impactó y llenó de temor. Recuerde que no está solo. Hay apoyo y tratamiento disponibles. El equipo de atención médica de su hijo lo ayudará a tomar decisiones importantes sobre la salud del niño.
¿Qué es el LNH?
El LNH es un tipo de cáncer que comienza en las células del sistema linfático. El sistema linfático es una parte del sistema inmunitario, que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones. El sistema linfático tiene los siguientes componentes:
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Linfa. Es un líquido transparente que combate las infecciones y que transporta un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos. La linfa circula por los vasos linfáticos. Se trata de un sistema de tubos finos que recorren todo el cuerpo, muy parecidos a los vasos sanguíneos. La linfa entra en la sangre por una vena cercana al corazón.
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Ganglios linfáticos. Son órganos pequeños con forma de frijol que filtran la linfa y almacenan glóbulos blancos. Hay ganglios linfáticos agrupados por todo el organismo. Se encuentran en varios lugares, como el cuello, la axila y la ingle. A veces, los ganglios linfáticos se inflaman cuando tiene un resfriado o una infección. En casos poco frecuentes, se inflaman cuando se producen células cancerosas en el ganglio.
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Médula ósea. Es un tejido blando y esponjoso presente en el centro de los huesos. Los glóbulos se producen en la médula ósea.
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Timo. Es una glándula que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario en niños pequeños. Produce un tipo de glóbulo blanco llamado linfocito T, que combate las infecciones. El timo está ubicado detrás del esternón en el pecho.
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Bazo. Es un órgano que produce y almacena linfocitos, y que filtra la sangre. Está cerca del estómago, bajo las costillas, en el lado izquierdo del cuerpo.
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Otros órganos. Otros órganos, como las amígdalas, la glándula tiroides, la piel y el tubo digestivo, también tienen tejido linfático.
En el caso del LNH, los linfocitos se alteran (mutan) y se multiplican de manera descontrolada en el sistema linfático. Cuando los linfocitos mutados (células del linfoma) se acumulan en un ganglio linfático o un órgano, como el bazo, forman un tumor. Las células cancerosas pueden propagarse (hacer metástasis) a otra parte del sistema linfático, como la médula ósea o el bazo. También pueden propagarse fuera de los ganglios linfáticos a casi cualquier parte del cuerpo. Las células del linfoma desplazan las células sanguíneas sanas y hacen que al cuerpo le sea difícil combatir las infecciones. Además, pueden causar otros problemas de salud.
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Los ganglios linfáticos, la médula ósea, el bazo y la glándula timo forman todos parte del sistema linfático, cuya función es ayudar a que el cuerpo combata las infecciones. |
¿A quién afecta el LNH?
El LNH puede afectar a niños de cualquier edad. Sin embargo, suele afectar con mayor frecuencia a niños de entre 10 y 19 años. El LNH es poco frecuente en niños menores de 5 años. El LNH afecta a los varones más a menudo que a las mujeres. No es una enfermedad contagiosa. Es decir, el niño no se lo puede transmitir a otras personas.
¿Cuáles son las causas del LNH?
En el LNH, un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos comienzan a crecer de manera descontrolada. Si las células anormales se agrupan en los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo, pueden formar tumores. Los médicos desconocen la causa. Es posible que cambios en ciertos genes (mutaciones) afecten la forma en que las células de su hijo crecen. A menudo, el proceso de mutación de los genes es al azar y no habría podido prevenirse.
Tener un sistema inmunitario debilitado o determinada enfermedad hereditaria poco frecuente puede aumentar el riesgo de que su hijo padezca LNH. En casos poco frecuentes, podrían intervenir otros factores. Entre estos, se incluye la exposición a determinados virus, sustancias químicas, medicamentos o la radiación. Pero, en la mayoría de los casos, se desconoce la causa del cáncer en los niños.
¿Cuáles son los síntomas del LNH?
Algunos síntomas comunes del LNH incluyen fiebre, sudores nocturnos y ganglios linfáticos inflamados en el cuello, el pecho, las axilas o la ingle. Además, el LNH puede hacer que su hijo se sienta muy cansado todo el tiempo, pierda peso y tenga infecciones frecuentes.
Otros síntomas dependen del lugar donde se encuentra el linfoma:
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Si el linfoma se origina en el abdomen, puede causar dolor abdominal, fiebre, estreñimiento, malestar estomacal (náuseas), vómitos, sensación de saciedad después de comer poca cantidad y pérdida del apetito. Esto se debe a que el tumor ejerce presión sobre los órganos en esa zona. El abdomen puede inflamarse y puede doler. Puede acumularse líquido en el abdomen.
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Si el linfoma se origina en el pecho, el niño puede presentar dificultades para respirar, dolor al realizar respiraciones profundas, tos o sibilancias. Los linfomas en el pecho también pueden ejercer presión sobre un vaso sanguíneo principal denominado vena cava superior. Esto puede causar hinchazón y un color azulado en la cabeza, el cuello, la parte superior del pecho y los brazos. Si no se controla, también puede afectar el cerebro e, incluso, ser mortal.
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Si el linfoma se propaga por el cerebro o la médula espinal, el niño puede tener dolor de cabeza, cambios en la visión, problemas para hablar, entumecimiento de la cara y náuseas o vómitos.
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Algunos linfomas pueden estar en la piel. Se pueden producir bultos rojos o morados y picazón en la piel.
Es posible que el niño haya tenido algunos de estos síntomas u otros.
¿Qué pruebas se realizan una vez que se diagnostica LNH?
A su hijo le realizaron una biopsia para diagnosticarle LNH. Esto consiste en extraer un trozo diminuto de tejido (llamado muestra) para analizarlo. Es posible que sean necesarias una o más de las siguientes pruebas para conocer más sobre el linfoma:
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Análisis de sangre. Sirven para tener un panorama del estado general de salud de su hijo y del funcionamiento de los órganos. Las alteraciones en las cantidades de ciertas sustancias en la sangre también pueden ser signo de enfermedad.
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Pruebas de diagnóstico por imágenes. Permiten ver detalladamente el interior del cuerpo. Pueden ser radiografía de tórax, resonancia magnética, tomografía computarizada, ecografía o tomografía por emisión de positrones.
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Aspirados y biopsias de la médula ósea. Las muestras de médula se extraen de los huesos de la cadera para ver si hay células del linfoma presentes allí.
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Punción lumbar (punción espinal). Se toma una muestra del líquido que rodea la médula espinal de la parte baja de la espalda del niño. Se hace para determinar si el linfoma se ha propagado al cerebro y a la médula espinal.
¿Cuáles son los estadios del LNH?
El estadio del cáncer indica la cantidad y el grado de propagación en el cuerpo. El proveedor de atención médica de su hijo utiliza exámenes y pruebas para detectar el tamaño del cáncer y su ubicación. Mediante las exploraciones, también se puede demostrar si el cáncer creció en áreas cercanas. Y si se propagó a otras partes del cuerpo de su hijo. Es uno de los factores más importantes a la hora de tomar una decisión con respecto al tratamiento.
En el proceso de estadificación utilizado para el LNH se tiene en cuenta lo siguiente:
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La ubicación del tumor principal (primario)
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Si el cáncer se encuentra por encima o por debajo del diafragma. El diafragma es el músculo de la respiración que separa el pecho del abdomen.
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Si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo
El Sistema de Estadificación Internacional del LNH Pediátrico (IPNHLSS, por su sigla en inglés) es una versión modificada del antiguo sistema de estadificación de St. Jude y se usa con mayor frecuencia para el LNH en niños. Se utiliza un sistema diferente para el LNH en adultos). En este sistema, el cáncer se clasifica en cuatro estadios. El estadio se indica con un número romano y se le puede asignar un valor de I, II, III o IV (del 1 al 4). Cuanto más alto sea el número, más avanzado está el cáncer. Por ejemplo, el estadio I es el LNH que solamente se encuentra en un lugar que no es ni el pecho ni el abdomen. El estadio IV indica que el cáncer se encuentra en el cerebro o la médula espinal o en la médula ósea cuando se detecta el LNH por primera vez.
Los estadios I y II indican una enfermedad en estadio localizado y se tratan de manera similar. Los estadios III y IV indican una enfermedad en estadio avanzado y también se tratan de manera similar.
Hay muchos tipos diferentes de LNH pediátrico. El proveedor de atención médica de su hijo le dará más información sobre el tipo de LNH que su hijo tiene y el estadio. Pídale al proveedor de atención médica que le explique los detalles del cáncer de una manera que usted pueda comprender. Haga todas las preguntas que tenga y hable sobre sus inquietudes.
¿Cómo se trata el LNH?
El mejor tratamiento para su hijo depende del tipo de LNH que tiene, dónde está localizado y el estadio. Muchas veces, se usa más de un tipo de tratamiento. Es posible que su hijo necesite uno o varios de estos tratamientos:
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Cirugía. Generalmente, no se hace para tratar el LNH pediátrico. Puede realizarse una cirugía para obtener una muestra para la biopsia, colocar una vía de infusión (catéter) o aliviar los síntomas causados por un tumor, como obstrucciones intestinales.
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Quimioterapia ("quimio"),uotros medicamentos. Pueden usarse muchos medicamentos y combinaciones de medicamentos para matar las células del linfoma. Estos se administran a través de una pequeña sonda (catéter) que, generalmente, se coloca en una vena del brazo o el pecho. O pueden administrarse por boca (oral) o aplicarse con una inyección.
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Radioterapia. En este tratamiento, se utilizan rayos X potentes para ayudar a destruir las células del linfoma y reducir el tumor. No se usa con mucha frecuencia. Sin embargo, podría usarse para reducir un tumor que causa problemas. Por ejemplo, un tumor puede ejercer presión sobre los nervios y causar dolor. O puede ejercer presión sobre las vías respiratorias y los pulmones y dificultar la respiración.
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Quimioterapia en dosis altas con trasplante de células madre. Se extraen células sanguíneas inmaduras, llamadas células madre, del niño o de otra persona (un donante). Luego, se realiza quimioterapia en dosis altas y, quizás, radiación. Esto causa daños en la médula ósea para evitar que produzca células del linfoma. Luego de la quimio en dosis altas, las células madre vuelven a introducirse en el cuerpo de su hijo para reconstruir una médula ósea sana.
La mayoría de los niños con LNH reciben tratamiento como parte de un ensayo clínico. La participación en un ensayo clínico significa que su hijo recibe el mejor tratamiento disponible en ese momento. Incluso, podrían recibir tratamientos nuevos que se consideren incluso mejores. Antes de comenzar el tratamiento, pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo si hay algún ensayo clínico que deba considerar.
Tratamientos de apoyo
Los tratamientos de apoyo ayudan a proteger al niño contra las infecciones, evitar las molestias y mantener los niveles adecuados de células sanguíneas en el cuerpo. Durante el tratamiento, es posible que se le administren antibióticos. Estos ayudan a prevenir y combatir las infecciones. Es posible que se administren otros medicamentos para ayudar a aliviar los efectos secundarios, como náuseas, dolor o diarrea. Quizá su hijo también necesite una transfusión de sangre o plaquetas para reponer las células sanguíneas destruidas durante el tratamiento.
¿Cuáles son los problemas a largo plazo?
Generalmente, con un tratamiento en un estadio temprano, el LNH puede curarse. Pero los tratamientos como la quimio y la radioterapia pueden causar algunos problemas. Por ejemplo, pueden dañar algunos órganos. Será necesario controlar la salud de su hijo de cerca durante el resto de su vida. Esto puede incluir visitas a clínicas, análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imágenes. Pregunte al proveedor de atención médica de su hijo sobre los problemas a largo plazo relacionados con las opciones de tratamiento de su hijo, como los problemas de fertilidad y el riesgo de desarrollar otro cáncer. Esto le permite saber qué puede esperar y tomar la mejor decisión para su hijo.
Cómo hacer frente a la situación
Recibir un diagnóstico de cáncer para su hijo es una noticia inquietante y alarmante. Debe recordar que no está solo. El equipo de atención médica de su hijo trabajará junto con usted, su familia y el niño a lo largo de la enfermedad y del tratamiento. Quizá también le convenga buscar más información y apoyo para usted. Aprender sobre el tipo de cáncer que padece su hijo y hablar con otras personas que también tienen un hijo con cáncer probablemente los ayude a sobrellevar mejor los cambios que usted y su familia tendrán que enfrentar por el cáncer. Los siguientes son algunos recursos útiles: