Tratamiento del cáncer en los niños: La radioterapia
La radioterapia es un tratamiento que ayuda a su hijo a combatir el cáncer. Ya que la radioterapia destruye las células cancerosas mediante rayos X de alta energía, el tratamiento es fuerte y causa efectos secundarios. Siga leyendo para informarse sobre la radioterapia y las maneras de ayudar a su hijo a lidiar con sus efectos secundarios.
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En la radioterapia externa, una máquina envía rayos X de alta energía al lugar del cuerpo afectado por el tumor. |
Cómo actúa la radioterapia
La radioterapia se usa para destruir las células cancerosas gradualmente, a lo largo del tiempo. El tratamiento tiene el objetivo de enfocar la radiación en las células cancerosas. Sin embargo, la radiación también puede dañar o destruir las células sanas normales que están cerca del tumor. En muchos casos, estas células normales dañadas se pueden reparar a sí mismas en un lapso de una semana.
Tipos de radioterapia
Hay dos tipos de radioterapia que se emplean para tratar el cáncer en los niños:
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Radioterapia externa. Una máquina envía rayos X de alta energía desde el exterior del cuerpo hasta la localización de un tumor. Esta máquina gira alrededor del paciente, lo que permite que los haces de rayos X entren en el cuerpo desde varios ángulos específicos.
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Radioterapia intraoperatoria. Se extirpa la mayor cantidad posible del tumor durante una operación; a continuación, los órganos cercanos se apartan del camino mientras una máquina envía haces de rayos X de alta energía directamente a un tumor. Este tipo de radioterapia es menos común en los niños. Su proveedor de atención médica puede darle más información, si es necesario.
Qué se puede esperar
En la mayoría de niños se emplea la radioterapia externa. El tratamiento dependerá del tipo de cáncer que su hijo tenga y de las decisiones que su equipo de atención médica tome sobre lo que más le convenga al niño. Generalmente, la radioterapia es un tratamiento ambulatorio; esto significa que el niño va al hospital para recibir el tratamiento y luego regresa a casa. No se requiere pasar la noche en el hospital. Es posible que el niño tenga que recibir la radioterapia en el hospital cuatro o cinco días a la semana durante varias semanas.
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Antes del tratamiento se realiza una sesión de práctica (llamada "simulación"). Durante esta sesión, su hijo se acuesta sobre una mesa de radiografías. A continuación se eligen las zonas exactas del cuerpo en que se enfocarán los haces de radiación y se ponen marcas en la piel de su hijo para identificarlas. En este momento también podrían tomarse radiografías y tomografías.
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Durante el tratamiento, el niño debe permanecer inmóvil sobre la mesa. Si su hijo no puede acostarse quieto, podrían inmovilizarlo con unas correas y almohadas o quizás le administren un sedante (medicamento) para que se mantenga tranquilo durante el procedimiento. La máquina de radioterapia se mueve alrededor del cuerpo del niño mientras envía haces de radiación a las zonas que requieren tratamiento.
El procedimiento no es doloroso y dura solo unos cuantos minutos. La mayor parte del resto del tiempo se emplea para asegurar que su hijo esté en la posición correcta. Tenga presente que durante el tratamiento usted no podrá entrar en la sala, aunque tal vez sí pueda hablar con el niño. Hágale al equipo de atención médica de su hijo cualquier pregunta que tenga sobre la radioterapia.
Efectos secundarios de la radioterapia
Si las células normales reciben radiación, surgen efectos secundarios. Algunos de los efectos secundarios, como cansancio, caída del pelo y sequedad o irritación de la piel, son de breve duración y desaparecen poco después de finalizado el tratamiento. Otros efectos secundarios son de largo plazo y pueden durar más tiempo; o bien, quizás aparezcan meses o incluso años después del tratamiento, tales como la esterilidad u otro tipo de cáncer más tardío. Los efectos secundarios que su hijo tenga dependerán del lugar en que recibió la radioterapia. Pregúntele al médico de su hijo qué efectos secundarios podría tener el niño.
Llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo si el niño tiene alguno de estos síntomas:
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En un niño menor de 3 meses, si tiene fiebre de 100.4ºF (38ºC) o más alta
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En un niño de entre 3 y 36 meses, si tiene fiebre de 102ºF (39ºC) [rectal] o más alta
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En un niño de cualquier edad, si tiene fiebre de 103ºF (39.4ºC) o más alta
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años o 3 días en un niño mayor de 2 años
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Si su hijo está recibiendo quimioterapia y puede tener neutropenia (bajo recuento de glóbulos blancos), cualquier fiebre de más de 100.4ºF (38ºC) debe informarse de inmediato
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Su hijo ha tenido convulsiones causadas por la fiebre
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Escalofríos
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Cansancio constante
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Dificultades para concentrarse
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Dificultades para respirar
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Dolor que no desaparece, especialmente si le afecta siempre el mismo lugar
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Un nuevo bulto, protuberancia o hinchazón
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Mareos o sensación de aturdimiento
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Salpullido, magulladuras o sangrado fuera de lo normal
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Náuseas y vómito que no pueden controlarse
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Diarrea que no mejora con el tiempo
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Rotura de la piel o dolor fuerte por irritación cutánea
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Cualquier síntoma nuevo o preocupante
Recursos para el cáncer
Para saber más y conseguir apoyo, consulte estos recursos:
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American Cancer Society800-227-2345www.cancer.org
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National Cancer Institute800-422-6237www.cancer.gov
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CancerNet www.cancer.net
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CureSearch.org 800-458-6223
Revisor médico: Adam Levy MD
Revisor médico: L Renee Watson MSN RN
Revisor médico: Pat F Bass MD MPH
Última revisión:
12/1/2021
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